miércoles, 9 de octubre de 2013

XIX. ¿Más de lo mismo?

Hay días en que quisiera solamente escribir y tengo la cabeza llena de ideas. Es curioso porque voy pensando miles de ridiculeces sin prestar atención alguna, y cuando me siento con el teclado bajo mis manos nada acude en mi auxilio y puteo de lo lindo. Esa frustración es una mierda destilada que me lleva a desear arrasar con todo sobre la mesa. Tiempo atrás yo era una lectora por excelencia. Leía dos a tres libros al mes y alimentaba la mente con ideas, con imágenes y personajes. Hoy en día soy una prisionera del quehacer rutinario, una carcelera de mis propios sueños. Sé que hay más como yo desperdigados por el mundo, siempre esperando, esperando el momento, pero mis preguntas aparecen y no me dejan tranquila: ¿Esperando qué? ¿Esperando cuánto? ¿Esperando por qué?

Una vez viendo televisión con mi madre vimos que promocionaban una nueva telenovela. Mi cara de: “Ok, la misma huevada de siempre”, quedó estampada en las paredes de mi casa. No me considero escritora per se, pero sí tengo memoria como todos los seres humanos de este planeta y sí recuerdo cuando una historia es muy similar- por no decir Igual- a otra. ¿Qué pasa con los guionistas del mundo? ¿Qué pasa con estos creadores de ficción que sólo se encasillan en la sirvienta enamorada del patrón, en la fea que después se vuelve hermosa, en el pobre que se enamora de la rica, de esos amores imposibles o disparejos que en vez de darte esperanza te perturban? Siempre lo mismo. A veces me pregunto, ¿por qué los canales de televisión no les dan la oportunidad a jóvenes de mente fresca? ¿Por qué temen a la innovación de un romance perdido, de un final infeliz, de un pensamiento controversial que vemos en cada esquina? La fórmula conocida que les dio éxito en los 90’s ya tiene que parar.

Sobre las películas es el mismo cuento. Si no destruyes el mundo- empezando por Nueva York, claro- o muestras una escena de sexo cada vez más explícita llegando a tomas casi interiores por colonoscopía, la película no tiene éxito popular para nada. No puedo opinar mucho sobre las películas de terror, eso sí, porque debo admitir que soy una cobarde asquerosa, luego de Chuckie El muñeco diabólico, quemé todos los monos de mi pieza y cubro la pantalla con alguna mierda para que no salga Samara por ella (qué figura más horripilante). Sin embargo, creo que ya se han tocado la mayoría de los temas terroríficos para crear películas de calidad. Si no es una figura inanimada queriendo matarte, es el Diablo que en realidad no creo que malgaste su tiempo en asustar a un huevón cualquiera por dos horas de trama.

Tanto ha sido la falta de inspiración e ideas nuevas, que los cineastas han echado mano hasta las novelas que son masivamente leídas o en otras palabras Best Sellers. Eso es un éxito garantizado, porque aunque la película sea una bazofia el lector irá a verla igual para comparar, como lo hice yo con Harry Potter, que de las ocho películas rescato tres. Muy pronto se vendrá la película de Las cincuenta sombras de Grey en el cine, y será la mierda más vista de la temporada, obviamente, todos los calentones querrán ver las escenas imaginadas y por las que se pasaban de largo en el Metro por irlas leyendo. Triunfar en el arte, en el ámbito que sea, al parecer está en los romances imposibles: ángel/humano, vampiro/humano, sirena/humano, semidios/humano, hombre lobo/humano, humano/humano- perdón, lo último es demasiado retorcido- y en el sexo descarado, por supuesto, donde siempre al día siguiente la protagonista amanece maquillada perfectamente y él desnudo, pero con una porción de sábana muy bien ubicada en la entrepierna.

2 comentarios:

  1. Sí, es verdad, todo es tan falso que no sé cómo tiene tanto éxito. Tal vez por eso mismo, quién sabe. Una vez observé que en esas mismas telenovelas, sobre todo las estadounidenses, se tratan de "usted" hasta que hay sexo... ¡Qué buenos modales!
    Un beso, Andrómeda (¿podemos tutearnos pese a todo?)
    JM

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    1. Hola JuanMa,
      Había escrito una respuesta y el blog no lo dejó posteado, no sé qué pasó.
      Y sobre tu pregunta, por supuesto que podemos tutearnos, jeje
      Gracias por pasar a este espacio de locuras y dejar tu huella.
      Un abrazo grande!

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